Primera Visita Teatralizada
El Soldado Tarado asomó por las almenas del Castillo al oir ruidos extraños. ¿Quien va ahí? Exclamó al descubrir que un grupo de niños de Corral de Almaguer intentaban asaltar el Castillo de Belmonte sin su permiso. Bajó de las almenas dispuesto a evitar el asalto de los intrusos. Cual fue la sorpresa de los niños y niñas cuando se dieron cuenta que el Soldado Tarado era un buen hombre que no solo les invitó a pasar al Castillo y sino que incluso les ofreció ser su guía hasta que le relevase el Bufón Pepón, que parece, se había quedado dormido en las mazmorras del Castillo.
Tras un película sobre el Castillo, el Bufón Pepón se presentó ante los niños para llevarles ante la Princesa Juana «La Beltraneja», quien esperaba sentada en su estrado leyendo y escuchando música. De la mano de la Princesa Juana, los niños aprendieron como se vivía en un castillo en el siglo XV. La princesa Juana, al ver que los niños se interesaban por la historia y los personajes de Belmonte, accedió a presentarles al poderoso D. Juan Pacheco, Marqués de Villena. Temerosos de que el Marqués estuviera enfadado por la invasión de este colegio al Castillo, los niños y niñas de Corral de Almaguer entraron en el Salón de Gobierno, donde aguardaba D. Juan Pacheco. El Marqués, lejos de estar enojado, dio la bienvenida a los niños, agradeciendoles la visita. Los pequeños varones fueron nombrados caballeros mientras que una joven damisela tuvo el honor de bailar con el Marqués.
En el segundo piso, aguardaba la Emperatriz, Eugenia de Montijo. Las niñas boquiabiertas escuchaban las historias de amor de una auténtica Emperatriz. Los niños, se imaginaban a las tropas de Napoleón III, uniformadas y formadas delante de palacio antes de partir a la guerra con los prusianos.
El Bufón Pepón volvió a aparecer en escena para acompañar a los niños a un paseo por la ronda desde donde pudieron contemplar las bonitas vistas de Belmonte e imaginarse a las tropas hostiles de Isabel «La Católica» hostigando a las tropas leales a la princesa Juana de Trastamara, defensoras del Castillo de Belmonte.
Tras una hora y cuarto aprendiendo parte de la historia de nuestro país, los escolares pudieron disfrutar de un merecido bocadillo a la sombra de los muros de esta imponente fortaleza, en Patio del Castillo. Una vez acabado el refrigerio, tiempo para los juegos medievales: Tiro con Arco, Juego de los Anillos, Las Cestas y por supuesto, no podían faltar los Bolos.
Sin duda alguna, una mañana digna de recordar y sobretodo de contar a los padres y a los amigos. NO OS LOS PERDAIS: ¡ESTO ES APRENDER DISFRUTANDO!
